¿Por qué es tan importante un estudio de viabilidad para un proyecto?
En primer lugar, el estudio de viabilidad es la base sobre la que se asienta el resto del proyecto. Es la columna vertebral sobre la que se sustenta el proyecto. Si no es viable el proyecto no tiene sentido y será mejor no malgastar esfuerzos.
¿Qué es un estudio de viabilidad? Empecemos por aclarar qué es un estudio de viabilidad.
Un estudio de viabilidad es simplemente una evaluación de la viabilidad de un plan o proyecto propuesto. Como su nombre indica, sirve para responder a la pregunta: «¿Es esto factible?».
Por ejemplo, puede servir para contestar a estas preguntas ¿tienes o puedes crear la tecnología para hacer lo que propones? ¿Cuentas con el personal, las herramientas y los recursos necesarios? Y, ¿obtendrá el proyecto el retorno de la inversión que esperas?
¿Cuándo debes hacer un estudio de viabilidad?
Debería hacerse en ese momento del ciclo de vida del proyecto, después de que se haya completado el “caso de negocio”.
Así pues, esto es el «qué» y el «cuándo», pero ¿qué hay del «por qué»? Es decir, ¿por qué se necesita un estudio de viabilidad? Pues porque determina los factores que harán que la oportunidad de negocio sea un éxito, por lo que es bastante importante.
7 pasos para un estudio de viabilidad
Sigue estos pasos cuando realices un estudio de viabilidad:
1. Realiza un análisis preliminar
Comienza por esbozar un plan. Debe centrarse en una necesidad no atendida, un mercado en el que la demanda sea mayor que la oferta y el producto o servicio tiene una ventaja clara. A continuación, debes determinar si los obstáculos son demasiado elevados para superarlos (es decir, si son demasiado caros, si no se pueden comercializar eficazmente, etc.).
2. Preparar una cuenta de resultados proyectada
Este paso requiere que trabajar hacia atrás. Comienza con lo que esperas que sean los ingresos del proyecto y, a continuación, determina la inversión necesaria para alcanzar ese objetivo. Esta es la base de una cuenta de resultados. Aquí hay que tener en cuenta qué servicios se necesitan y cuánto costarán, cualquier ajuste de los ingresos, como los reembolsos, etc.
3. Realiza un estudio de mercado o una investigación de mercado
Este paso es clave para el éxito de tu estudio de viabilidad, así que hazlo lo más exhaustivo posible. Es tan importante que, si tu empresa u organización no tiene los recursos para hacer uno adecuado, entonces puede resultar ventajoso contratar a una empresa externa para que lo haga.
El estudio de mercado te va a dar la imagen más clara de los ingresos que puede esperar de forma realista el proyecto. Algunas cosas para tener en cuenta son la influencia geográfica en el mercado (localización), la demografía, el análisis de los competidores, el valor del mercado y cuál será tu cuota y si el mercado está abierto a la expansión (es decir, la respuesta a tu oferta).
4. Planificar la organización y las operaciones del negocio
Una vez que se han sentado las bases de los pasos anteriores, es el momento de establecer la organización y las operaciones de la empresa prevista. No se trata de un esfuerzo superficial y a grandes rasgos. Debe ser exhaustivo e incluir los costes de puesta en marcha, las inversiones fijas y los costes de funcionamiento.
Estos costes se refieren a aspectos como el equipamiento, los métodos de comercialización, los bienes inmuebles, el personal, la disponibilidad de suministros, los gastos generales, etc.
5. Preparar un balance inicial
Esto incluye una estimación de los activos y pasivos, que debe ser lo más precisa posible. Para ello, elabora una lista que incluya el elemento, la fuente, el coste y la financiación disponible. Los pasivos que hay que tener en cuenta son, por ejemplo, el arrendamiento o la compra de terrenos, edificios y equipos, la financiación de los activos y las cuentas por cobrar.
6. Revisar y analizar todos los datos
Todos estos pasos son importantes, pero la revisión y el análisis son especialmente importantes para asegurarse de que todo está como debe estar y nada requiere cambios o ajustes. Así que tómate un momento para revisar tu trabajo por última vez.
Vuelve a examinar tus pasos anteriores, como la cuenta de resultados, y compárala con tus gastos y obligaciones. ¿Sigue siendo realista? Este es también el momento de pensar en el riesgo, analizarlo y gestionarlo, y elaborar cualquier plan de contingencia.
7. Tomar una decisión de ir o no ir
Ahora estás en el punto de tomar una decisión sobre si el proyecto es viable o no. Parece sencillo, pero todos los pasos anteriores nos llevan a este momento de decisión. Un par de cosas más que hay que tener en cuenta antes de tomar esa decisión binaria es si el compromiso merece el tiempo, el esfuerzo y el dinero, y si está alineado con los objetivos estratégicos y las aspiraciones a largo plazo de la organización.
Mejores prácticas para un estudio de viabilidad
- Siempre realizar una investigación de mercado
- Descubre que hacen las empresas que van mejor en tu sector
- Descubre porque han fallado algunas empresas. No cometas los mismos errores
- Involucrar a las partes interesadas para obtener su opinión
- Haz tus deberes y pregunta para asegurarte de que tus datos son sólidos
- Realiza proyecciones financieras sólidas, basadas en distintos escenarios. Si no tienes mucha experiencia en esta área, solicita ayuda profesional. Considéralo como una inversión.
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